Los bonos de corto plazo
Muchas veces hablamos de corto plazo sin considerar que es algo muy relativo: para algunos corto plazo son meses; para otros son años.
Hoy hablaremos especificamente de la inversión en Bonos de corto plazo.
Empecemos por recordar el concepto de inversión en Bonos
¿Qué es un bono y cómo funciona?
A grandes rasgos, un bono es un instrumento de deuda, mediante el cual un estado o una empresa se compromete a rescatar la cantidad emitida en cierta fecha futura, pagando, a cambio, una tasa de interés (o cupón) regularmente hasta su fecha de vencimiento.
Este endeudamiento de la empresa o estado con sus tenedores de bonos constituye un pasivo desde el punto de vista contable para dicha empresa (o estado) en la mayoría de los casos, lo cual le da a los tenedores de bonos una mejor ubicación en la jerarquía de acreedores en el caso de que la empresa entre en bancarrota.
¿Qué es el corto plazo y el largo plazo?
Cuando hablamos de bonos, para intentar comenzar la discusión y tener los parámetros bien definidos, la convención indica que cuando hablamos de corto plazo son menos de 5 años mientras que los de mediano plazo son de 5 a 12 años y los de largo plazo son los bonos de más de 12 años.
Obviamente cada inversor puede tener diferentes horizontes temporales pero a efectos de clarificar la discusión es importante recurrir a una convención.
En realidad no se puede afirmar que los bonos de largo plazo son mejores que los de corto plazo y viceversa. Como todo, depende para qué se utilicen, es decir cuál es la finalidad y las necesidades del inversor como así también las expectativas que tiene.
Los Bonos y los depósitos a plazo fijo
Los bonos de corto plazo por ejemplo pueden ser muy útiles si se los compara con un depósito a plazo fijo en un banco a 1 año.
Esto es así porque existe una diversidad de bonos que tienen vencimiento de 1 año y que proporcionan un retorno superior a un depósito a plazo fijo bancario.
O sea que un bono puede cumplir el objetivo de rentabilizar el capital en un periodo muy corto de tiempo pero de forma más eficiente que un depósito bancario.
Alternativamente los bonos de corto plazo pueden ser una fuente muy importante de diversificación en un portfolio de inversiones ya que los mismos en general son menos sensibles a los movimientos de las tasas de interés que los bonos de largo plazo por lo que en un escenario de subida de tasas estos bonos tienden a caer en menor medida que los bonos de largo plazo.
Actualmente estamos en un momento en el que la Reserva Federal, que es el banco central de los Estados Unidos, está en un proceso de subida de tasas de interés, lo que evidentemente ha estado impactando en los bonos así como en otros activos financieros.
Los bonos han reaccionado a la baja porque los rendimientos deben subir para ajustarse a esta nueva realidad de mayores rendimientos y los bonos de corto plazo han sido muy útiles para aquellos inversores que necesitan rentabilizar el capital y al mismo tiempo mitigar el efecto negativo que tiene en los precios de éstos la suba de las tasas de interés.
Las tasas de interés y la inflación
Además, recordemos que las tasas de interés han subido porque es necesario combatir la inflación, por lo que tener invertido los ahorros es importante para evitar que la inflación afecte el poder adquisitivo.
Debido a ello sin lugar a dudas los bonos de corto plazo son un segmento muy importante dentro de los productos de renta fija sobre todo considerando la situación actual donde la curva de rendimientos está invertida.
Una curva de rendimientos invertida significa que los rendimientos de los bonos de más corto plazo proporcionan más rendimiento anual que los de largo plazo, es algo inusual pero la explicación está en que el mercado espera que en el futuro se materialice una recesión económica.
Rendimiento anual de los bonos del tesoro americanos
¿Los bonos son más seguros que las acciones?
En términos generales, la respuesta es sí, pero es necesario aclarar que algunos bonos conllevan mayores riesgos, y por ende mayores rendimientos.
En estos casos, se trata de bonos emitidos por entidades que se consideran menos confiables, por consiguiente, existe una mayor probabilidad de que no puedan devolver el dinero a los inversores según lo prometido.
Del mismo modo, los niveles de riesgo y recompensa pueden variar mucho entre las acciones.
Los bonos del tesoro
Para aquellos inversores que necesitan rentabilizar el capital de modo seguro los bonos del tesoro suelen ser una interesante opción.
Para dar un ejemplo bien concreto, los bonos a 1 año del gobierno de Estados Unidos proporcionan un rendimiento cercano aproximado de 4.7%. Estos bonos son considerados muy seguros debido a que el emisor es el gobierno norteamericano.
Debido al escenario de incertidumbre actual donde es posible una recesión, donde tenemos inflación elevada y una guerra en curso, estos bonos pueden ser una alternativa muy interesante para refugiar el capital a corto plazo y obtener una renta que permita combatir los efectos de la inflación.